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El Banco Popular de China ha inaugurado en Pekín el Centro Nacional de Operaciones del Yuan Digital, que reúne bajo un mismo techo la liquidación, compensación y análisis del e-CNY. Lu Lei, vicegobernador del BPC, calificó el proyecto de “inevitable e histórico”, subrayando que, sin una infraestructura unificada, el país no podrá competir con las monedas estables internacionales. El centro ofrece enrutamiento de pagos 24/7, supervisión de riesgos y conectividad bancaria regional, lo que acelerará las liquidaciones entre las 26 ciudades piloto a fracciones de segundo.
El nuevo centro ha recibido inmediatamente amplias competencias. Es responsable de la emisión, el adeudo y el canje inverso de billetes digitales, así como de la aplicación de contratos inteligentes que automatizan los créditos fiscales y las subvenciones a las pequeñas empresas. Según el PBC, la facturación total del e-CNY ha superado los 2,6 billones de yuanes, y el comercio de servicios y las exportaciones transfronterizas a través de la Gran Área de la Bahía representan un tercio de las transacciones. El centro contará con el apoyo de cuatro bancos estatales y del gigante de la red UnionPay, que ya ha integrado el yuan digital en 8,4 millones de terminales de punto de venta.
Los bancos asociados afirman que el centro reducirá los costes de liquidación en al menos un 35%, ya que desaparecerán las costosas pasarelas interbancarias. Los minoristas obtendrán abonos instantáneos, y los consumidores podrán hacer pagos fuera de línea a través de NFC sin acceso a Internet. Al mismo tiempo, los desarrolladores añadirán la posibilidad de verificar “programablemente” los recibos, lo que simplificará la devolución del IVA a los proveedores. Pekín ya ha probado el pago del tráfico urbano: los usuarios recargan tarjetas de transporte y la capacidad de la cuenta se actualiza al instante.
La apertura del centro coincidió con una iniciativa de grandes empresas de TI para emitir steblecoins vinculadas al yuan offshore en Hong Kong. Para Pekín es importante mantener el control de la política monetaria sin restringir la circulación internacional de la moneda. Por ello, el regulador está preparando paralelamente un sandbox para emisores privados: la licencia permitirá la emisión de tokens, pero la reserva debe estar en manos de la Autoridad Monetaria de Hong Kong bajo la supervisión del PBC. Este compromiso amplía la aplicación del yuan en el extranjero y reduce la dependencia de los intermediarios en dólares.
Los economistas consideran estratégica la medida: mientras Estados Unidos da luz verde a las monedas estables en dólares, China pretende ofrecer una alternativa para los pagos transfronterizos en el sudeste asiático y África. Si la infraestructura del centro resulta fiable, el yuan digital podría apoyar nuevos corredores comerciales en la zona del yuan y hacer más atractivos los bonos chinos para los inversores extranjeros.