El volumen de operaciones de futuros de Bitcoin alcanzó un nivel récord de 30 mil millones de dólares, según lo confirmado por los analistas de Matrixport. Además, se registraron otros 14 mil millones de dólares en transacciones en la bolsa CME, lo que lo convierte en el nivel más alto en 2024. Los datos destacan el creciente interés tanto de los comerciantes minoristas como de los inversores institucionales. Los expertos señalan que, a pesar del reciente aumento de las tasas de financiación al 30% anual, el nivel actual ha caído al 15%, lo que indica una disminución de las posiciones de alto riesgo en un contexto de confianza estable en el mercado.
Una de las características clave de la situación actual es el equilibrio entre la estabilidad del precio de Bitcoin y la reducción de la tasa de financiación. Normalmente, estos cambios van acompañados de una mayor volatilidad, pero gracias a la demanda activa al contado y la alta liquidez, el mercado se mantiene estable. Esto crea condiciones favorables para abrir posiciones largas con costos mínimos, manteniendo el ánimo optimista de los participantes en el comercio.
Las tasas de financiación más bajas tienen un impacto positivo en la estructura general del mercado. Reducir el uso del apalancamiento hace que las operaciones sean más estables, lo que reduce la probabilidad de liquidaciones forzosas. Esta tendencia fortalece la confianza de los participantes en la confiabilidad y madurez del sector de las criptomonedas, creando las condiciones previas para un mayor crecimiento.
Según los analistas, el actual aumento del interés por Bitcoin se debe en parte a la inestabilidad macroeconómica mundial. Los inversores están considerando las criptomonedas como un activo alternativo para la protección del capital. Si la demanda al contado sigue siendo fuerte, la tendencia alcista podría continuar, abriendo nuevas oportunidades para los participantes del mercado.
El intercambio CME juega un papel importante en la configuración de estas tendencias, cuyos volúmenes indican la participación significativa de actores institucionales. La presencia de grandes inversores no sólo aumenta la confianza en las criptomonedas, sino que también ayuda a popularizarlas entre un público más amplio. La integración de los activos digitales en los sistemas financieros tradicionales está ganando impulso, lo que abre perspectivas para una penetración aún más profunda de las criptomonedas en el panorama económico mundial.