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El jueves por la mañana, BTC cotizaba a 107.400 dólares, apenas un cuatro por ciento por debajo de su máximo histórico. El crecimiento se vio respaldado por una afluencia récord de fondos a los ETF de contado, que compraron miles de monedas más en las últimas catorce horas, reforzando la demanda en el mercado y confirmando el estatus de la criptodivisa como activo protector en medio de la incertidumbre mundial.
Desde el 9 de junio, el sector ha registrado doce sesiones de negociación consecutivas con entradas netas acumuladas de unos 3.900 millones de dólares. El capital total captado por los ETF desde enero de 2024 ha alcanzado ya los 48 400 millones de dólares, y los activos gestionados se acercan a los 125 000 millones de dólares. Sólo el miércoles, entraron 547 millones de dólares en los fondos, 340,3 millones procedentes del IBIT de BlackRock, 115,2 millones del FBTC de Fidelity, y en tercer lugar ARKB con 70,2 millones. Esta concentración de entradas refuerza el bucle de retroalimentación positiva y empuja nuevas oleadas de capital de gestores centrados en el rendimiento de los activos gestionados.
Nate Geraci, presidente de The ETF Store, calificó lo que está ocurriendo de “casi locura” y añadió que las entradas totales en la categoría están “casi en el umbral de los 50.000 millones de dólares”. Los analistas están de acuerdo: la escala de interés es comparable a los primeros días de los fondos de oro, pero el impulso es notablemente más rápido gracias a la infraestructura digital.
La demanda empresarial no se queda atrás. La japonesa Metaplanet añadió 1.234 BTC a su balance, elevando su cartera a 12.345 BTC, mientras que ProCap BTC, gestionada por Anthony Pompliano, añadió otras 1.208 monedas. Las compras corporativas superaron los 7.597 BTC en la semana, reduciendo aún más la oferta al contado y alimentando el impulso de los precios.
Varios indicadores macroeconómicos están trabajando al unísono con la criptodivisa. El índice del dólar ha caído a mínimos de marzo de 2022, y el Banco Mundial ha rebajado su previsión de crecimiento de la economía estadounidense para 2025 del 2,3% al 1,4%. El debilitamiento de la divisa hace que el bitcoin resulte más atractivo para los inversores institucionales que necesitan una cobertura frente a los riesgos inflacionistas y fiscales.
El panorama normativo también está cambiando. La Agencia Federal de Financiación de la Vivienda anunció que Fannie Mae y Freddie Mac están preparando procedimientos para tener en cuenta los activos digitales a la hora de evaluar a los prestatarios de hipotecas. Si el proyecto llega a buen puerto, los titulares de criptomonedas podrán tenerlas en cuenta a la hora de conceder préstamos hipotecarios, y el sector ganará otro canal de legitimación.
Desde un punto de vista técnico, los alcistas mantienen el impulso: el RSI ronda los 56, el MACD está formando una fuerte señal de compra, el soporte clave se encuentra en la EMA de 50 días en 103.543 $, y las resistencias están marcadas en 111.980 $ y luego en 120.000 $. Si la demanda actual continúa, el mercado es capaz de probar el límite superior del rango y entrar en la zona de precios desconocidos en las próximas semanas.
A cierre de sesión, los gestores de fondos ya se debaten entre bloquear beneficios o acumular posiciones ante una posible ruptura por encima de los 112.000 $. Algunos apuestan por una estrategia de promedios al alza, convencidos de que una combinación de apetito institucional y tendencias macro favorables mantendrá a raya la escasez de oferta durante más tiempo del que esperan los escépticos.