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Los productos bancarios rara vez se asocian con la velocidad, pero es la velocidad el argumento clave en la nueva historia en torno a Solana. J.P. Morgan anunció la emisión de papel de deuda a corto plazo para Galaxy Digital Holdings utilizando blockchain público. La denominación es de 50 millones de dólares, y el instrumento es papel comercial sin garantía, es decir, un producto clásico del mercado monetario, solo que con una infraestructura contable diferente.
Lo importante de la jugada no es la “moda criptográfica”, sino el hecho de que las conocidas transacciones de valores se transforman en un conjunto de acciones programables. En este diseño, el banco actuó como organizador y creó un token USCP onchain que refleja la emisión. El pago en la colocación y el reembolso se realiza a través de USDC, una stablecoin vinculada al dólar emitida por Circle. Para los tesoreros de las empresas, esto supone una vía más directa para el flujo de fondos y menos conciliación manual entre los participantes.
Lo más importante es que no se trata de una red interna cerrada, sino de un nivel público de liquidación. Se eligió Solana por su alto rendimiento y sus bajas comisiones, factores que, para las grandes emisiones, se convierten en números en la estimación y no en marketing. Como resultado, se forma un caso de negocio: ciclo de vida más rápido del papel, mayor transparencia de la propiedad, auditoría más fácil de las acciones, menos fricción en cada etapa - desde la colocación hasta el canje.
El banco habla explícitamente de continuar el experimento: en el primer semestre de 2026, el equipo de Mercados de Activos Digitales pretende ampliar el modelo, atrayendo a más emisores e inversores y probando otras clases de valores. Esto es especialmente notable en un contexto de aceleración de la tokenización, impulsada por la actualización de la normativa y la demanda de contabilidad de derechos digitales.
J.P. Morgan ya ha estado probando la tokenización en su propia plataforma autorizada, con una emisión de papel municipal para la ciudad de Quincy en 2024 y una oferta de papel comercial para Oversea-Chinese Banking Corporation en agosto de 2025. La atención se está desplazando ahora a los sistemas en los que la infraestructura está disponible para una gama más amplia de participantes y puede ampliarse sin una integración “de todos para todos”.
Para el mercado, esto abre un nicho no tanto para anuncios de alto perfil, sino para una nueva categoría de servicios - gestión de emisiones, informes y políticas corporativas - que tendrán que reescribirse para adaptarse a la velocidad a la que ahora se mueve el dinero.