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A la vanguardia de la innovación financiera en el continente africano, Kenia muestra signos de estar lista para adoptar activos digitales a gran escala en su sector bancario. Una encuesta reciente del Banco Central de Kenia (CBK) reveló un resultado revelador: alrededor del 31% de los bancos comerciales del país han expresado su disposición a comenzar a operar con criptomonedas y monedas estables. Este posible cambio no es un impulso especulativo, sino una decisión calculada que solo depende de un factor clave: la finalización de un marco legislativo claro y completo.
El interés de las instituciones financieras kenianas se debe a razones pragmáticas y al deseo de resolver problemas económicos urgentes. Los encuestados por el CBK consideran los activos digitales como una herramienta poderosa para acelerar y reducir significativamente el costo de los pagos transfronterizos, que son una parte vital de la economía del país. Además, los banqueros ven la tecnología blockchain como una oportunidad para ampliar el acceso a los servicios financieros a una parte significativa de la población que hasta ahora ha permanecido fuera del sistema bancario tradicional. Esta inclusión financiera puede convertirse en un poderoso motor de crecimiento económico.
El gobierno keniano, a su vez, está tomando medidas activas y coordinadas para crear un entorno favorable y seguro para el desarrollo de la industria de las criptomonedas. Las iniciativas legislativas buscan aumentar la transparencia del mercado, estimular la demanda y combatir eficazmente las actividades ilegales, lo que fortalece la confianza en los activos digitales por parte del sector bancario conservador. En particular, la Asamblea Nacional del país ya aprobó un proyecto de ley que reduce a la mitad el impuesto sobre la venta de activos digitales, del 3% al 1,5%, lo que constituye un incentivo directo para el crecimiento de la actividad del mercado. Paralelamente, la Autoridad del Mercado de Capitales (CMA) aprobó una nueva regulación para los proveedores de activos virtuales, que obliga a todas las empresas de criptomonedas del país a obtener licencias oficiales y abrir oficinas de representación locales, aumentando así el nivel de responsabilidad y la protección del consumidor.
Las perspectivas de desarrollo de la industria se ven respaldadas por el nivel actual de penetración tecnológica: según el Banco Central de Kenia (CBK), alrededor del 8% de los kenianos ya utilizan activamente las criptomonedas. Los bancos no están entrando en un vacío, sino en un mercado con una demanda ya formada. El lanzamiento previsto de la plataforma de comercio blockchain Kenya Digital Exchange (KDX) facilitará un mayor crecimiento. Esta plataforma pretende convertirse no solo en una plataforma de intercambio de criptomonedas, sino en una infraestructura integral para el comercio de activos tokenizados del sector real de la economía, incluyendo acciones, bonos y materias primas como el oro o el petróleo.
La sincronización de los esfuerzos regulatorios, la preparación del sector bancario y el interés público existente convierten a Kenia en un laboratorio único para la creación de un ecosistema financiero integrado del futuro. El éxito de esta estrategia nacional puede convertirse no solo en un catalizador para su propia economía, sino también en un ejemplo ilustrativo para otros países en desarrollo que buscan utilizar la tecnología blockchain para acelerar su desarrollo económico.