La paradoja de la reacción: Bitcoin no tiene prisa por subir de precio ante las nuevas normas para las stablecoins.

Mike Smith 2025-06-18

El 18 de junio de 2025, el Senado de Estados Unidos aprobó un importante proyecto de ley que regula la emisión y circulación de stablecoins, tokens estrechamente vinculados a las monedas nacionales. Esta decisión se percibió en la industria como un paso importante hacia el reconocimiento de los activos digitales a nivel estatal. Los principales analistas han enfatizado repetidamente que la regulación de las stablecoins abre una nueva etapa para las criptomonedas, brindándoles la oportunidad de integrarse en la infraestructura financiera tradicional.

Sin embargo, las expectativas de una fuerte reacción del mercado no se cumplieron. El precio de Bitcoin se mantuvo prácticamente sin cambios, manteniéndose en el rango de 104.000-105.000 dólares, y monedas como Ether, XRP y Solana incluso cayeron ligeramente. Los participantes esperaban que los grandes inversores institucionales y fondos mostraran mayor interés en el mercado, pero esto no ocurrió. Las principales razones de la apatía se deben a varios factores externos a la vez. Los riesgos geopolíticos asociados a la inestable situación en Oriente Medio han cobrado protagonismo. Los inversores prefieren instrumentos más conservadores, como el oro y los bonos, en un contexto donde la imprevisibilidad se está convirtiendo en la norma. Además, se espera con interés nuevas señales de la Reserva Federal de EE. UU.; el mercado espera con anticipación las decisiones sobre los tipos de interés, ya que cualquier corrección puede afectar la tolerancia al riesgo en todos los segmentos, incluidas las criptomonedas.

En los últimos meses, Bitcoin ha demostrado repetidamente las propiedades del oro digital, cuando el capital abandona parcialmente las acciones y se dirige a las criptomonedas como activo alternativo. Sin embargo, ahora el mercado no ve un incentivo claro para un crecimiento sólido. Los grandes actores siguen de cerca las noticias macroeconómicas, y los operadores optan cada vez más por una estrategia de espera.

El panorama sigue siendo incierto, y gran parte depende de las decisiones de los bancos centrales y de las reacciones del mercado a las perturbaciones externas. Si la Fed indica que se avecinan recortes de tipos, la demanda de criptomonedas podría aumentar. Pero por ahora, la atención se centra en la macroeconomía y la política.