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El mayor emisor de stablecoins demuestra un inesperado motor de crecimiento: en lugar de almacenar conservadoramente los beneficios, Tether los invierte en más de 120 empresas, convirtiendo USDT de un análogo de pago del dólar en el núcleo de un ecosistema de capital riesgo. El CEO Paolo Ardoino reveló sólo un fragmento de la cartera, pero incluso ésta es de una escala impresionante: en el último año, la organización ha destinado 13.700 millones de dólares de beneficios netos a financiar startups en el campo de los órganos artificiales, la computación cuántica y las fintech.
La lista pública incluye BlackRock Neurotech, Crystal Intelligence y Holepunch, una plataforma peer-to-peer creada en 2022 en la que participan Bitfinex e Hypercore. MANSA, Bitdeer y el mercado latinoamericano Orionx se han añadido a estos activos en 2025. Tether subraya que la cartera “se ampliará significativamente en los próximos meses”, al tiempo que mantiene la opacidad estratégica: no se revelan las participaciones exactas, los periodos de inversión ni la mecánica de financiación posterior de los proyectos.
La solidez financiera del emisor es comprensible. La capitalización de USDT ha superado los 162.000 millones de dólares y el volumen de negocio diario supera sistemáticamente los 129.000 millones, casi el doble que el de Bitcoin. En el contexto de una política monetaria con bajos rendimientos reales, las empresas, los fondos de cobertura y los operadores minoristas utilizan el token como instrumento de compensación universal, mientras que el flujo de comisiones y los ingresos por intereses de las reservas transforman a su emisor en una máquina de generación de flujo de caja libre.
A diferencia de los fondos de capital riesgo clásicos, Tether no está limitado por un mandato o un ciclo de vida de inversión. La empresa reinvierte los beneficios en una “cinta envolvente”, combinando una participación en una startup con el acceso tecnológico a su audiencia. Esta simbiosis crea un mercado inmediato para los proyectos en cartera: ya en la fase beta, obtienen una audiencia multimillonaria gracias a la integración de los pagos con USDT, lo que reduce drásticamente el tiempo necesario para obtener ingresos.
Al mismo tiempo, Tether sigue siendo una estructura cerrada: los estados financieros se publican en formato de atestados de reservas, pero no desglosan los ingresos por línea de negocio. Este vacío de información fomenta la especulación, pero la diversificación real de los activos reduce los riesgos sistémicos de la propia stablecoin. Mientras sus competidores gastan recursos en batallas legales, USDT convierte la confianza del mercado en control sobre las primeras tendencias tecnológicas.
Los banqueros de inversión señalan que una estrategia tan agresiva es sostenible mientras los reguladores no impongan límites estrictos al uso de los beneficios empresariales en activos no esenciales. Pero incluso si las normas se endurecen, Tether conservará la opcionalidad: la mayoría de las inversiones están estructuradas mediante pagarés convertibles y opciones, lo que permite salidas flexibles en caso de cambios en el entorno regulador.
La penetración de USDT en el sector tecnológico está cambiando la percepción de las stablecoins de tokens utilitarios a inversores institucionales capaces de influir en el equilibrio de poder del capital riesgo. Por eso no son los reguladores los que vigilan más de cerca las acciones de Tether, sino los fondos competidores que se ven obligados a adaptar las valoraciones de los multiplicadores a la nueva realidad, más líquida.